Y qué quieres que te diga. Que la emoción se transforma continuamente haciendo confuso lo que siento… Será una etapa, pienso yo, y me asusta que sea la última a la vez que la dejo pasar.
Cómo sacar fuerza de los momentos de flaqueza, cómo ignorar el cambio es algo sobre lo que busco respuesta pero no la encuentro. No lo puedo negar: el nexo se separa, las lágrimas corren y las turbulencias ya no encuentran su momento de calma.
Sé que quedan muchos tesoros escondidos todavía, pero cada vez es más difícil encontrarlos. Veo una dicotomía de caminos a lo lejos, pronto habrá que elegir.
21/4/11
Y recuerdas…
"¿Podemos quedar esta tarde? Es que me gustaría hablar contigo de una cosa..."
Sabes perfectamente lo que te va a decir. Poner palabras a lo que se está viviendo, a lo que se está sintiendo, a lo que se está sufriendo. Es inevitable. Alargarlo sería absurdo, pero cortarlo se prevé aterrador. Pero no hay otra opción.
Se acaba una etapa. Una etapa llena de buenos momentos, de risas, de lloros, de ilusiones y decepciones. Una etapa de alegrías, de buenas noticias, de proyectos, de esperanzas. Años llenos de logros, de objetivos cumplidos, de dificultades y satisfacciones. Una etapa feliz llega a su fin; la mejor etapa de tu vida.
Ese último encuentro es tan terrible como imaginabas. Un último abrazo que calienta más que nunca, un último beso que sabe mejor que el primero, un último silencio que grita de impotencia.
Pueden pasar meses, incluso años. Recuerdas los buenos momentos, parece que los malos no existieron. Pero, sobre todo, recuerdas ese último día. Recuerdas esas palabras una y otra vez, esa frase entre lágrimas, esas palabras que esperabas, pero que te enterraron vivo. Recuerdas ese último abrazo, ese cuerpo, esas manos, esa incomparable última caricia. Recuerdas ese último beso, dulce y húmedo, por el mar de lágrimas que inundaban vuestros labios. Recuerdas esa imagen, alejándose, ese cuerpo llevándose ese corazón a años luz de distancia del tuyo. Recuerdas esa última mirada, ahogada, iluminada como nunca por una profunda tristeza. Y recuerdas...
Sabes perfectamente lo que te va a decir. Poner palabras a lo que se está viviendo, a lo que se está sintiendo, a lo que se está sufriendo. Es inevitable. Alargarlo sería absurdo, pero cortarlo se prevé aterrador. Pero no hay otra opción.
Se acaba una etapa. Una etapa llena de buenos momentos, de risas, de lloros, de ilusiones y decepciones. Una etapa de alegrías, de buenas noticias, de proyectos, de esperanzas. Años llenos de logros, de objetivos cumplidos, de dificultades y satisfacciones. Una etapa feliz llega a su fin; la mejor etapa de tu vida.
Ese último encuentro es tan terrible como imaginabas. Un último abrazo que calienta más que nunca, un último beso que sabe mejor que el primero, un último silencio que grita de impotencia.
Pueden pasar meses, incluso años. Recuerdas los buenos momentos, parece que los malos no existieron. Pero, sobre todo, recuerdas ese último día. Recuerdas esas palabras una y otra vez, esa frase entre lágrimas, esas palabras que esperabas, pero que te enterraron vivo. Recuerdas ese último abrazo, ese cuerpo, esas manos, esa incomparable última caricia. Recuerdas ese último beso, dulce y húmedo, por el mar de lágrimas que inundaban vuestros labios. Recuerdas esa imagen, alejándose, ese cuerpo llevándose ese corazón a años luz de distancia del tuyo. Recuerdas esa última mirada, ahogada, iluminada como nunca por una profunda tristeza. Y recuerdas...
(Arka)
6/4/11
Ser psicólogo
"Para ser psicólogo no hay más que repetir la última frase del paciente en forma de pregunta:
- Estoy cansado.
- ¿Estás cansado?
- Duermo mal. Tengo pesadillas.
- ¿Pesadillas?
- Con monstruos de siete cabezas, y domadores con la cara de mi padre…
- ¿De tu padre?"
Jajajaja, lógicamente pienso que algo más saben hacer los psicólogos, pero me ha hecho mucha gracia porque algunas veces yo utilizo esa técnica... Esperemos que dentro de unos años pueda hacer algo más que eso. De momento me conformaré con repetir la última frase de mi interlocutor en forma de pregunta =P
- Estoy cansado.
- ¿Estás cansado?
- Duermo mal. Tengo pesadillas.
- ¿Pesadillas?
- Con monstruos de siete cabezas, y domadores con la cara de mi padre…
- ¿De tu padre?"
Jajajaja, lógicamente pienso que algo más saben hacer los psicólogos, pero me ha hecho mucha gracia porque algunas veces yo utilizo esa técnica... Esperemos que dentro de unos años pueda hacer algo más que eso. De momento me conformaré con repetir la última frase de mi interlocutor en forma de pregunta =P
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