31/1/11

No quiero rosas mientras haya rosas.
Las quiero cuando no las pueda haber.
¿Qué hacer con las cosas
que puede cualquier mano coger?

Solo quiero la noche si la aurora
la diluye en azul y rosicler.
Lo que mi alma ignora,
es lo que quiero poseer.

¿Para qué?... De saberlo, nunca haría
versos para decir que no lo sé.
Siento a mi alma pobre y fría...
¿Con qué limosna la calentaré?

Fernando Pessoa

24/1/11

Preguntas

A diario pasean inadvertidas entre miles y miles de semejantes aparentando normalidad. Rara vez nos topamos con ellas, se escabullen con facilidad y solo permiten ser vistas por los curiosos que, por un motivo u otro, empiezan intensamente su búsqueda.

  Me refiero a aquellas preguntas que nunca antes habían estado tan cerca de nosotros. Las que piensas que no esconden ningún misterio y cuando las miras a los ojos por primera vez sientes un nudo en la garganta que te impide darles una respuesta inmediata y a la vez te motivan a descifrar el complejo mundo que te están brindando…

  Son esas preguntas las que incitan a pensar, a leer, a escuchar, a examinar, a estudiar, a cotejar, a inventar mil teorías posibles hasta dar con la más adecuada por el momento, aunque jamás será la definitiva. Son preguntas que me acompañarán el resto de mi vida.

10/1/11

Te siento lejos, y cuando te siento lejos te echo de menos. Una sensación de aflicción me invade siempre cuando llega la oscuridad de la noche y no encuentro rastro de ti. Me retraigo e imagino que estarás entretenido con algo o con alguien y me sonríe el corazón por ti, pero en el fondo llora por mí. Es estúpido, egoísta y obsesivo pensamiento que incita a mirar instintivamente por la ventana en busca de una pequeña señal que, por un tiempo, me devuelva la alegría. No veo nada, dejaré un señuelo por si vienes en mi encuentro; es cuando no te tengo cuando más te necesito...

9/1/11

Que no cunda el pánico

"Chonis que utilizan los ratos en los que Tuenti se cae para ensayar nuevas poses para las fotos frente al espejo."

8/1/11

Engaño justificado

“Milgram consiguió con sus experimentos no solo unos resultados impresionantes sobre la docilidad humana en determinadas circunstancias, sino que gran parte de la comunidad psicológica se pusiera en su contra y que la imagen de psicólogo fuera un poco la de alguien en cierta forma perverso (esta imagen, en forma humorística, ha trascendido al cine en la popular película Los cazafantasmas). ¿Qué es lo que ha pensado sobre el experimento de Milgram? Esperamos que usted también crea que se sobrepasaron los límites de lo razonablemente ético. Si es así, le invitamos a que contraste su opinión frente a los argumentos del propio Milgram (1977) – citado en Shaughness y Zechmeister, 1990- defendiendo la necesidad del engaño en determinadas investigaciones.

   Engañar –dice- es una práctica habitual en la cultura y, por tanto, aceptada. Se engaña a los niños sobre la existencia de los Reyes Magos o se crea arte utilizando el engaño como en las novelas, en los seriales radiofónicos, en el teatro o el supremo arte del engaño que es el cine. Quizá podría pensarse que en estas situaciones –excepto en el caso de los Reyes- somos conscientes de que nos engañan frente a los participantes de Milgram, que no sabían que eran engañados hasta el final del experimento. A esto se contrapone la desconcertante respuesta de las personas que son blanco de las cámaras indiscretas, las cuales, después de ser engañadas y saber que todo el país se va a reír con su burla, aceptan que se emitan imágenes, incluso sin contraprestación económica. ¿O cree usted que la señora a la que van a derribar su casa, obreros y máquinas de por medio, lo pasó mejor que los sujetos experimentales de Milgram, que fueron voluntarios? Parece que la sociedad acepta que, con el fin de proporcionar entretenimiento –y beneficios económicos a las televisiones-, es aceptable engañar a alguien. ¿No cree usted que los fines de la ciencia son más aceptables?

   Milgram, además, expone que existen muchas situaciones donde los códigos éticos quedan en suspenso debido a especiales circunstancias. ¿Cuál cree que sería su reacción si cuando al ir a pedir un crédito al banco le hacen entrar al despacho del director y él dice, amablemente y con aplomo: “Por favor, desnúdese usted”? Sin embargo, si donde entra usted es al consultorio del médico, la demanda no le extraña. Es decir, algo que en general es reprobable, incluso delito, en determinadas circunstancias se considera apropiado para unos fines específicos. Ocultar voluntariamente información crucial para la resolución de un crimen es también delito…, a no ser que se trate de un sacerdote, un abogado defensor, un psiquiatra o un psicólogo que ha obtenido la información en el ejercicio de su profesión. Si la sociedad admite la suspensión de los códigos morales en determinadas circunstancias, ¿por qué no hacerlo en el caso de la investigación con engaño cuando lo que se persigue es conocimiento que redundará en beneficio de la propia sociedad?

   ¿Le parece ahora menos claro condenar el experimento de Milgram por poco ético? Si ahora está algo confuso y cuando empezó a leer este artículo tenía clara su opinión sobre la falta de ética de Milgram, le diremos que ése era el propósito que nos habíamos marcado.
Usted acaba de ser engañado, acaba de leer unos argumentos expuestos de tal modo que trataban de hacerle creer que no había duda alguna sobre el carácter reprobable del trabajo de Milgram para, finalmente, tratar de convencerle de lo contrario. ¿Cómo se siente? ¿Cree usted que el objetivo de llamar la atención de los aspectos éticos justificaba esta pequeña trampa? Pregunte a sus compañeros. Comprobará que todos no piensan igual y que es difícil encontrar el equilibrio entre el respeto y los fines científicos. Éste es el reto que algunos investigadores con humanos y con animales tienen en su trabajo y al cual hemos tratado de acercarle.”

Métodos de Investigación - Orfelio G. León, Ignacio Montero
“Haga una pequeña encuesta entre sus compañeros más allegados y pregúnteles si en alguna ocasión han hablado solos. Si ni usted ni sus compañeros son alienígenas, lo más lógico es que su encuesta haya dado un alto número de respuestas positivas. Si casi todo el mundo ha hablado alguna vez solo, ¿por qué no lo hacen un 40% de los niños estudiados en las investigaciones anteriormente mencionadas?

Pongámonos por un momento en su lugar. ¿Habla usted solo mientras está haciendo un examen? ¡Tenga cuidado si lo hace! Desde sus primeros pasos dentro del sistema educativo, ya sabe que hay una serie de situaciones en las que no se puede hablar ni con uno mismo.”

Métodos de Investigación – Orfelio G. León, Ignacio Montero
“Por ejemplo, un niño que aprende a hablar puede creer que todo lo que vuela es un “pajarito”. A medida que va descubriendo poco a poco que muchas cosas que no son pájaros también pueden volar, él puede organizar este conocimiento en nuevas y más complejas estructuras jerárquicas como ésta:"


Shaffer - Desarrollo social y de la personalidad
"La cuna de aire permite a los padres desentenderse hasta cierto punto de sus hijos pequeños. Tal vez su escasa utilización actual se debe a la competencia del televisor para este fin." 
 Historia de la Psicología - Carlos Santamaría


PD: De vez en cuando iré dejando fragmentos de libros de texto de psicología que me gustan por su humor, su crítica camuflada (como éste), su  ironía, etc. Con estas cosas el estudio se hace más ameno, refuerzo positivo por parte de los autores, si señor!! =D