16/2/11

Sueño de una noche de verano

Noche de verano, luces y música en la plaza del pueblo. Los niños juegan a la pelota, los jóvenes consumen sustancias y los mayores bailan agarrados un paso doble. Yo que no pertenezco a ninguno de los anteriores estoy sola en una casa grande y fría. Desde mi cama observo las paredes de adobe castigadas por el paso de los años y la prisión de estar sin ventilación. De ellas cuelgan cuatro o cinco cuadros con motivos religiosos y un crucifijo encima de mi cabeza, además de una gran cantidad de fotos en blanco y negro de personas que no conozco pero que, según me han dicho, llevaban mi misma sangre. A veces parece que me observan. En el suelo una cucaracha agoniza por culpa del Raid que eché esta tarde; me gusta porque las elimina rápidamente y no desprenden su olor característico, luego cogeré un papel y la tiraré a la basura…

  Ahora lo que hago es cerrar los ojos, sigo oyendo música, alboroto y petardos, pero al cabo de media hora dejo de prestar mucha atención a lo que fuera acontece y me recluyo en mi interior mientras me tapo con la manta y abrazo la gran almohada. Huele a mi pelo recién lavado y disfruto de su fragancia, aunque preferiría sentir el olor de otra persona a mi lado. Tengo sueño pero no me apetece dormir, mejor imagino unos ojos marrones que me hablan cuando en silencio me miran, unas manos a las que les faltan dedos para acariciarme y unos labios que me besan. Los tuyos.

[...]

  Tú que llegaste sin pedir permiso y te quedaste sin dar más explicación has hecho que esta niñita tímida se atreva a disfrutar. Dejemos atrás por un momento los problemas y permitamos el calor en nuestros cuerpos, seamos lujuria y demos paso al desenfreno. Te asombras como si fuese la primera vez que lo ves, los dos nos deseamos como si fuera la última vez... Porque siempre, siempre que te miro me encuentro de frente con el deseo.

[...]

  Abro los ojos y la campana de la plaza da las diez, todavía estoy en el pueblo y creo que me apetece volver. De momento lo que voy a hacer es coger el papel para envolver a mi cucaracha y depositarla con mucho cuidado en el viejo cubo de basura del comedor. Ahí se pierde con el resto de desperdicios, me da pena que ya nadie más vuelva a saber de ella. ¡Oh, qué vida tan efímera la de la cucaracha!. Ya por último miro a mi alrededor en busca de distracción y a mi paso por la nevera encuentro un trozo de chorizo, me lo como con un poco de pan duro y me siento en el amasijo de hierros y polvo que no sé por qué extraña razón todos se empeñan en llamar sofá. Quién sabe, quizás vuelva mañana...

15/2/11

San Valentín

"Cada 14 de febrero en una especie de gran regresión nacional en la que todo el mundo se lanza al infantilismo de las palabras bellas y tranquilizadoras, se intercambian besos aquellos que se juran ser uno para el otro. Lluvia de ramos de flores, restaurantes a rebosar, anuncios por palabras en una caterva de diarios regionales, a cual menos original, pero todos recargados de afirmaciones de un "amor para siempre" proclamado ante el mundo. Los cónyuges reviven durante 24 horas una luna de miel que les rejuvenece.

Pero habría que estar ciego para dejarse engañar; este San Valentín es un espejismo. Se trata de interpretar el romanticismo durante un día para canalizar lo que no vivimos el resto del tiempo. Durante un día nos sacrificamos al mito del romanticismo para liquidarlo mejor el resto del año. La eclosión de esta demanda social de la fiesta de San Valentín corresponde a una forma de teatralizar una imaginación que sigue haciendo soñar pero que no se corresponde ya con la forma de vida contemporánea."


Serge Chaumier, El nuevo arte de amar

9/2/11

I don't wanna know

I don't wanna know if it's over, so save your goodbye kiss...

6/2/11

Qué bueno sería

Qué bueno es sentirte libre, independiente y dueño de tus actos. Despertar del trágico coma de la adolescencia y darte cuenta de que serás, en gran medida, la persona que anhelas ser. Y esto a la vez es el mayor desafío en el empedrado camino que es vivir... Ese yo ideal es un ente invisible y maleable que nunca dejará de subsistir hasta el final de los días y el cual nos llena de gozo conforme vamos logrando aproximarnos un poco más a disfrutarlo con los 7 sentidos.

  Lamentablemente no todas las personas logran alcanzarlo, de hecho nadie ha conseguido aún arribar con la perfección de la ensoñación de su mente a la cruda realidad. Quizás Platón llevaba razón y lo que somos en este mundo terrenal solo son copias imperfectas de nuestro prototipo ideal. Pero eso es lo más excitante del juego: el esfuerzo continuo y la fuerza de voluntad; es ahí donde se puede discernir con claridad entre unas personas y otras. Es esa la motivación intrínseca que todos compartimos y que a la vez nos diferencia, pero que muy pocos saben valorar y aprovechar.

  Abramos los ojos, al principio escocerá la intensa luz del potencial encerrado en un corazón que nunca antes había sido abierto y no será tarea fácil escapar del agujero de la apatía feliz sin sudor, agujetas y lágrimas. Sin embargo, yo creo que sería una pena no intentarlo. ¿Y vosotros qué pensáis?