Locuras y razonamientos, música y silencios, gustos y disgustos, sonrisas y lágrimas.
30/12/13
27/12/13
Haiku
“¿La nieve que cae
es otra este año?
es otra este año?
¿Será esta nieve
la misma de otros años
o será otra?”
Matsuo Bashō
la misma de otros años
o será otra?”
Matsuo Bashō
25/12/13
15/12/13
Amor
“Ésta es la verdadera estación del amor, cuando creemos que solo nosotros podemos amar, que nadie podría haber querido así antes que nosotros, y que nadie querrá de la misma manera después.”
Johann Wolfgang Von Goethe
14/12/13
1/12/13
28/11/13
Tu cuerpo…
Podría decir que es una obra de arte y como tal lo admiro sin cansarme durante horas, pero eso no sería suficiente. El arte es subjetivo y muchas veces imperfecto, sin embargo, tu cuerpo es justo lo que mis ojos siempre quieren ver, una arquitectura perfectamente calculada para hacerla irresistible.
Siento una gran obsesión por cada centímetro de tu piel, una obsesión que se retroalimenta cada vez que te toco, que te beso, que te amo. No puedo dejar de abrazar esa idea de perfección que es tu cuerpo y tampoco quiero, porque eres belleza, belleza natural que no necesita de nada más para serlo.
Aquí lo metafísico se confunde con lo puramente físico. Deseo y amor se funden cada vez que estamos juntos.
Siento una gran obsesión por cada centímetro de tu piel, una obsesión que se retroalimenta cada vez que te toco, que te beso, que te amo. No puedo dejar de abrazar esa idea de perfección que es tu cuerpo y tampoco quiero, porque eres belleza, belleza natural que no necesita de nada más para serlo.
Aquí lo metafísico se confunde con lo puramente físico. Deseo y amor se funden cada vez que estamos juntos.
A mi alma gemela
Desde un principio tuve claro que no pudo ser una casualidad, sabía que coincidíamos, pero lo que no imaginaba es que pudiéramos llegar a coincidir hasta en aquello que yo consideraba de mí misma como algo extremo o maniático, casi incomprensible.
Pero así es, no solo comprendes mis excentricidades sino que las compartes, haciendo de ellas los valores que nos diferencian del resto de personas y de parejas.
Detalles tontos para cualquiera, que para nosotros suponen una muestra de amor. Y es que estoy convencida de que eres tú la única persona en el mundo que piensa exactamente igual a como lo hago yo, exprimiendo el respeto, la fidelidad y el cariño hasta sus últimas consecuencias, que a tu lado, siempre son maravillosas.
Solo puedo añadir que, por todo esto y mucho más, estoy tremendamente orgullosa de haberte conocido :)
Pero así es, no solo comprendes mis excentricidades sino que las compartes, haciendo de ellas los valores que nos diferencian del resto de personas y de parejas.
Detalles tontos para cualquiera, que para nosotros suponen una muestra de amor. Y es que estoy convencida de que eres tú la única persona en el mundo que piensa exactamente igual a como lo hago yo, exprimiendo el respeto, la fidelidad y el cariño hasta sus últimas consecuencias, que a tu lado, siempre son maravillosas.
Solo puedo añadir que, por todo esto y mucho más, estoy tremendamente orgullosa de haberte conocido :)
21/11/13
Qué es ser psicólogo
Aquí os dejo un texto que he encontrado por internet, de autor desconocido:
“ ¿Qué es ser psicólogo?
Un psicólogo es alguien tan perdido como tú en la vida. Sólo que tiene una linterna y un mapa, además de valentía para acompañarte. Un psicólogo tiene que soportar que la gente hable de Psicología sin tener la menor idea al respecto. Es de las profesiones más mitificadas del mundo, casi nadie ha leído el “Código de Ética del Psicólogo” pero casi todo el mundo habla de lo que debería ser o no hacer un psicólogo.
Un psicólogo es una persona normal, come, bebe, baila, ama, tiene sexo, igual que todos. Como en todas las profesiones, hay apáticos, drogadictos, arrogantes, corruptos, faltos de ética, entre otras actitudes nefastas, pero también hay psicólogos excepcionales, inquietos por naturaleza, con personalidades exquisitas. Tal cual, como ser humano, nada le es ajeno y en lo humano, la perfección no existe.
Sobre el psicólogo pesa el miedo de la sociedad. Todo el mundo sabe que el psicólogo ve lo que nadie ve, eso da temor. Un psicólogo generalmente dice lo que no deseas escuchar. Esa es una labor titánica y siempre mal retribuida emocionalmente. Dentro de esta sociedad el psicólogo es siempre un último recurso, antes se consulta al chamán, al sacerdote, al médico, al pastor, al brujo… Cuando en realidad debería ser el primero. Un psicólogo no sabe la verdad de la vida, no tiene fórmulas exactas, no es químico, tampoco es adivino, menos telépata. El psicólogo es científico. Aunque no siempre tiene razón, pero siempre busca la verdad y la razón. Es un explorador, un investigador por convicción.
La diferencia entre una persona que estudia Psicología y la que no, radica en su relación con su sombra, un psicólogo juega con su sombra. Un psicólogo es su propio instrumento de trabajo. Un psicólogo nunca lo sabrá todo, pero puedes jurar que nunca dejara de buscar saberlo todo.”
¡Un texto muy interesante! Solo aclarar el párrafo donde dice que las personas acuden antes al médico que al psicólogo: lógicamente se refiere a problemas emocionales o conductuales (si te duele la mucho pierna mejor que vayas antes al médico que al psicólogo, aunque a veces también cabe la posibilidad de que sea un problema psicológico).
Y nada, que los psicólogos somos psicólogos pero también personas, y no andamos las 24 horas del día analizando cosas, pero cuando las analizamos lo hacemos con una metodología concreta para poder tener un acercamiento científico a la conducta, su descripción, interpretación y modificación.
23/10/13
El universo de tus labios.
No importa que fuera el mundo se derrumbe, que la calma en un segundo se haya transformado en tormenta y que al sol le cueste cada día salir. No importa porque contigo estoy más arriba del cielo, suspendida en el universo de tus labios. Somos aquello que nadie se atreve a imaginar, la sinergia hecha realidad, un todo integrado e infinito.
Continuamente nos perdemos en la inmensidad de nuestro amor entre besos, abrazos y palabras bonitas que solo desembocan en una mayor atracción pasional. Contigo me siento atrapada en una felicidad para muchos ininteligible, pero para mí bien tangible cuando acaricio tu delicado cuerpo o, simplemente, cuando me miras. De todo esto, las estrellas son nuestro mejor testigo: ellas saben que es posible, nadie más.
Desde que te conocí, la sonrisa en mi boca al verte es una constante y te prometo que jamás dejará de serlo. Eres tú y solo tú aquel con el que nada es azaroso, con el que me siento no solo comprendida, sino también reflejada como si de un espejo se tratase: esa simetría tan pura entre lo que piensas y lo que pienso, lo que sientes y lo que siento. Todavía nos queda una gran trayectoria que recorrer, pero ten por seguro que ya en ningún caso la completaremos a solas.
Continuamente nos perdemos en la inmensidad de nuestro amor entre besos, abrazos y palabras bonitas que solo desembocan en una mayor atracción pasional. Contigo me siento atrapada en una felicidad para muchos ininteligible, pero para mí bien tangible cuando acaricio tu delicado cuerpo o, simplemente, cuando me miras. De todo esto, las estrellas son nuestro mejor testigo: ellas saben que es posible, nadie más.
Desde que te conocí, la sonrisa en mi boca al verte es una constante y te prometo que jamás dejará de serlo. Eres tú y solo tú aquel con el que nada es azaroso, con el que me siento no solo comprendida, sino también reflejada como si de un espejo se tratase: esa simetría tan pura entre lo que piensas y lo que pienso, lo que sientes y lo que siento. Todavía nos queda una gran trayectoria que recorrer, pero ten por seguro que ya en ningún caso la completaremos a solas.
1/10/13
26/9/13
En un mundo paralelo…
En un mundo paralelo donde no me doy cuenta de las cosas, soy feliz. Vivo entre algodones en plena armonía con el mundo y mis allegados, los cuales siempre cuidan cada detalle y me toman en consideración.
Cuando les hablo, me escuchan y responden con coherencia sobre aquello que les he comentado. Es más, siempre intentan ir algo más allá, combatiendo la pasividad del que responde para que cese el estrepitoso ruido provocado por mis palabras.
Además, se alegran cuando me ven porque tienen ganas de compartir conmigo sus cosas. Y algo que nunca harían es estar conmigo por compromiso, por una especie de miedo estúpido a que se pierda la falsa relación de amistad que tenemos. Eso nunca, nunca, nunca.
Pocas personas consiguen de verdad habitar este mundo paralelo. A esas personas les sale de manera natural y la verdad es que solo merece la pena si es así.
Cuando les hablo, me escuchan y responden con coherencia sobre aquello que les he comentado. Es más, siempre intentan ir algo más allá, combatiendo la pasividad del que responde para que cese el estrepitoso ruido provocado por mis palabras.
Además, se alegran cuando me ven porque tienen ganas de compartir conmigo sus cosas. Y algo que nunca harían es estar conmigo por compromiso, por una especie de miedo estúpido a que se pierda la falsa relación de amistad que tenemos. Eso nunca, nunca, nunca.
Pocas personas consiguen de verdad habitar este mundo paralelo. A esas personas les sale de manera natural y la verdad es que solo merece la pena si es así.
1/9/13
29/8/13
Mi todo
Él es mi niño, mi amor, mi cosita, mi todo. En sus brazos trazamos estrechos lazos; su boca siempre me provoca y la mía la suya toca; en mi mente, simplemente, él es algo permanente.
Es tan fuerte lo que siento que no me entenderéis: mi vida ya ha merecido la pena por estar junto a él, tan feliz a su lado. Pero no conforme con eso, cada instante me demuestra que no puede haber nada ni nadie mejor, que la complicidad que tenemos solo puede significar que estamos hechos el uno para el otro.
Tenemos un compromiso y junto a él significa felicidad. Creo que se debe a que es un compromiso sincero y natural que surge del amor y no se reduce solo a la fidelidad. Es un compromiso integral con todos nuestros valores y el Valor de todo esto es incalculable.
No puedo decir mucho más sobre él, todo lo que pueda decir yo, por bueno que sea, no hará más que menospreciarle, porque es el mejor chico del planeta entero y no tengo “te quieros” suficientes para demostrarle lo importante que es para mí.
Es tan fuerte lo que siento que no me entenderéis: mi vida ya ha merecido la pena por estar junto a él, tan feliz a su lado. Pero no conforme con eso, cada instante me demuestra que no puede haber nada ni nadie mejor, que la complicidad que tenemos solo puede significar que estamos hechos el uno para el otro.
Tenemos un compromiso y junto a él significa felicidad. Creo que se debe a que es un compromiso sincero y natural que surge del amor y no se reduce solo a la fidelidad. Es un compromiso integral con todos nuestros valores y el Valor de todo esto es incalculable.
No puedo decir mucho más sobre él, todo lo que pueda decir yo, por bueno que sea, no hará más que menospreciarle, porque es el mejor chico del planeta entero y no tengo “te quieros” suficientes para demostrarle lo importante que es para mí.
23/8/13
Sobre Discotetas o Disco-tk
Tengo un serio problema, debería ir a hacérmelo mirar urgentemente… Eso es lo que piensa el 90% de la gente cuando les digo que no me gustan las discotecas o sucedáneos que reúnan las condiciones de: noche, antro oscuro, música (o incluso pseudomúsica) alta, falta de sillas y mesas, alcohol y todo lo que de ello deriva…
Si vamos analizando cada uno de estos factores, puedo comenzar diciendo que me considero amante del buen dormir. Debe ser que soy rara, pero a ciertas horas de la madrugada me empieza a entrar sueño a no ser que haya tenido que recurrir a la cafeína o me lo esté pasando estupendamente bien; cosa infrecuente, o más bien inexistente, en las citadas discotecas/garitos.
No llego a comprender esa fijación por querer salir de noche siempre… Noche, noche, noche... Se me antoja cruelmente repetitivo y rutinario. ¿Qué de malo tiene la tarde? Para mí, es algo mucho más natural, menos forzado. Yo barajo la hipótesis de que algunas personas de mi edad prefieren salir de noche aunque no les guste el ambiente en sí porque es algo más de “mayores”, de “guays”. Es como si siguieran en esa etapa en la que había que hacer méritos para parecer (y solo parecer) adultos.
En relación con mi poca simpatía hacia la noche se encuentra también mi disgusto hacia la oscuridad en sí. Me parece triste y aburrida, como los locales de los que os hablo. Los turistas vienen a España en busca de sol y aquí se huye de él… Desde luego, el mundo al revés.
Otro aspecto complejo es la música, si es que se diera el caso de poder llamarse así. Seamos positivos e imaginemos que sí, que vamos a una discoteca o garito de rock, por ejemplo.
La verdad es que en esa situación me sigue sin atraer en exceso la idea, aunque algo mejora. Sin embargo, no toda la música que me gusta oír en mi casa me gusta oírla en esos lugares, como es el caso del Metal. Pasar más de una hora en un lugar de esos con “gritantes” es realmente agotador e insufrible.
No hablemos ya del volumen de la música… La mejor canción de la historia se puede convertir en un dolor de cabeza en un abrir y cerrar de ojos. Para colmo, te impide hablar y escuchar a los demás, por lo que, o bailas, o has de quedarte como un monigote parado en mitad de la pista sin hacer NADA. Y, como habréis podido imaginar ya a estas alturas, a mí ni me gusta ni sé bailar, por lo que me quedo como triste monigota observando cómo los demás hacen el tonto y se van etilizando poco a poco.
En esa situación en la que has de pasar horas de pie sin hacer nada interesante se te empieza a cansar todo el cuerpo, sumado al sueño que ya tenías. Así que deseas un lugar, por pequeño que sea, para poder sentarte… Pero no existe. Solo hay 3 o 4 sofás que están permanentemente ocupados y si debido a un milagro estuvieran libres y se te pasa por la cabeza acomodarte allí, al instante oirás una voz de los de tu grupo diciendo: “Venga hombre, no te sientes, baila! No seas sosa!”. Entonces te toca forzar una sonrisa y levantarte a fingir que la disco es lo más, solo por no oírlos, porque la verdad es que ese tipo de gente suele ser bastante insistente, rozando lo irritante.
Y claro, yo tampoco bebo y la gente allí se pone pedo como Alfredo, lo que abre aún más la brecha entre los “fiesteros” y yo. Suele ocurrir que los borrachos se ríen de todo y por todo y ya por eso la gente lo asocia a diversión, pero realmente es de lo más patético que puede existir. Además, al día siguiente ya no recordarán esa “gran noche”, aunque la verdad que casi mejor así, porque si las recordaran más de uno se moriría de la vergüenza, o del asco.
Y, por último, pero no por ello menos importante, comentar lo perpleja que me deja el comportamiento de la masa en esos lugares. De vez en cuando se pueden encontrar chicas y chicos normales, pero no es lo habitual.
Lo más habitual es ver minifaldas intencionadas, tacones y escotes de infarto que son perseguidos por una manada de babosos. Lo peor y lo más trágico de todo es que algunas hasta tendrán la esperanza de encontrar en ese antro a su príncipe azul y se pensarán que su éxito social allí tiene algo que ver con su verdadera forma de ser… Muchas necesitan sentirse admiradas a cualquier precio, y lo pagan de la manera más rastrera posible, vaya si lo pagan. En cuanto a ellos, también se arrastran vilmente, esta vez en forma de invitaciones alcohólicas a sus presas esperando que así piquen en su triste, penoso y repugnante anzuelo.
Con este panorama creo que no solo a los borrachos les entran las ganas de vomitar, porque a mí, desde luego, se me revuelven las tripas de ver semejante espectáculo, que en términos modernos se denomina “desfase”.
En fin, podría explayarme mucho más e incluso escribir un libro sobre el absurdo de las discotetas, pero preferiría hacerlo sobre otra cosa.
Y no me vayan a decir ustedes eso de: “si no te gusta no vayas”, pues no suelo ir casi nunca, pero a veces, como mañana por la noche, hay que dar el brazo a torcer por los amigos ;)
Si vamos analizando cada uno de estos factores, puedo comenzar diciendo que me considero amante del buen dormir. Debe ser que soy rara, pero a ciertas horas de la madrugada me empieza a entrar sueño a no ser que haya tenido que recurrir a la cafeína o me lo esté pasando estupendamente bien; cosa infrecuente, o más bien inexistente, en las citadas discotecas/garitos.
No llego a comprender esa fijación por querer salir de noche siempre… Noche, noche, noche... Se me antoja cruelmente repetitivo y rutinario. ¿Qué de malo tiene la tarde? Para mí, es algo mucho más natural, menos forzado. Yo barajo la hipótesis de que algunas personas de mi edad prefieren salir de noche aunque no les guste el ambiente en sí porque es algo más de “mayores”, de “guays”. Es como si siguieran en esa etapa en la que había que hacer méritos para parecer (y solo parecer) adultos.
En relación con mi poca simpatía hacia la noche se encuentra también mi disgusto hacia la oscuridad en sí. Me parece triste y aburrida, como los locales de los que os hablo. Los turistas vienen a España en busca de sol y aquí se huye de él… Desde luego, el mundo al revés.
Otro aspecto complejo es la música, si es que se diera el caso de poder llamarse así. Seamos positivos e imaginemos que sí, que vamos a una discoteca o garito de rock, por ejemplo.
La verdad es que en esa situación me sigue sin atraer en exceso la idea, aunque algo mejora. Sin embargo, no toda la música que me gusta oír en mi casa me gusta oírla en esos lugares, como es el caso del Metal. Pasar más de una hora en un lugar de esos con “gritantes” es realmente agotador e insufrible.
No hablemos ya del volumen de la música… La mejor canción de la historia se puede convertir en un dolor de cabeza en un abrir y cerrar de ojos. Para colmo, te impide hablar y escuchar a los demás, por lo que, o bailas, o has de quedarte como un monigote parado en mitad de la pista sin hacer NADA. Y, como habréis podido imaginar ya a estas alturas, a mí ni me gusta ni sé bailar, por lo que me quedo como triste monigota observando cómo los demás hacen el tonto y se van etilizando poco a poco.
En esa situación en la que has de pasar horas de pie sin hacer nada interesante se te empieza a cansar todo el cuerpo, sumado al sueño que ya tenías. Así que deseas un lugar, por pequeño que sea, para poder sentarte… Pero no existe. Solo hay 3 o 4 sofás que están permanentemente ocupados y si debido a un milagro estuvieran libres y se te pasa por la cabeza acomodarte allí, al instante oirás una voz de los de tu grupo diciendo: “Venga hombre, no te sientes, baila! No seas sosa!”. Entonces te toca forzar una sonrisa y levantarte a fingir que la disco es lo más, solo por no oírlos, porque la verdad es que ese tipo de gente suele ser bastante insistente, rozando lo irritante.
Y claro, yo tampoco bebo y la gente allí se pone pedo como Alfredo, lo que abre aún más la brecha entre los “fiesteros” y yo. Suele ocurrir que los borrachos se ríen de todo y por todo y ya por eso la gente lo asocia a diversión, pero realmente es de lo más patético que puede existir. Además, al día siguiente ya no recordarán esa “gran noche”, aunque la verdad que casi mejor así, porque si las recordaran más de uno se moriría de la vergüenza, o del asco.
Y, por último, pero no por ello menos importante, comentar lo perpleja que me deja el comportamiento de la masa en esos lugares. De vez en cuando se pueden encontrar chicas y chicos normales, pero no es lo habitual.
Lo más habitual es ver minifaldas intencionadas, tacones y escotes de infarto que son perseguidos por una manada de babosos. Lo peor y lo más trágico de todo es que algunas hasta tendrán la esperanza de encontrar en ese antro a su príncipe azul y se pensarán que su éxito social allí tiene algo que ver con su verdadera forma de ser… Muchas necesitan sentirse admiradas a cualquier precio, y lo pagan de la manera más rastrera posible, vaya si lo pagan. En cuanto a ellos, también se arrastran vilmente, esta vez en forma de invitaciones alcohólicas a sus presas esperando que así piquen en su triste, penoso y repugnante anzuelo.
Con este panorama creo que no solo a los borrachos les entran las ganas de vomitar, porque a mí, desde luego, se me revuelven las tripas de ver semejante espectáculo, que en términos modernos se denomina “desfase”.
En fin, podría explayarme mucho más e incluso escribir un libro sobre el absurdo de las discotetas, pero preferiría hacerlo sobre otra cosa.
Y no me vayan a decir ustedes eso de: “si no te gusta no vayas”, pues no suelo ir casi nunca, pero a veces, como mañana por la noche, hay que dar el brazo a torcer por los amigos ;)
29/7/13
Emoción
“Sé que pensando cada segundo en ti y en las ganas de volver a abrazarte te sentiré muy cerca de mí.”
23/7/13
Perfección
No sé por dónde empezar, y es que son tantas las cosas acumuladas en tan poco tiempo…
Primero podría decir que de ti me gusta todo. Supongo que tendrás algún defecto, pero yo aún no lo conozco y sé que, cuando los vaya descubriendo poco a poco, no oscurecerán ni un ápice mis sentimientos hacia ti. Al contrario, te harán mucho más humano, más cercano a lo que yo considero que soy. Así mismo, confío en que cuando tú desveles los míos, intentarás comprenderme y ayudarme a avanzar.
Será nuestra base el respeto mutuo y la comprensión. Confiaremos para siempre el uno en el otro, evitando por medio de la comunicación sincera cualquier incertidumbre que nos aceche. Suena bonito, y quizás alguno pensará que irreal también, pero lo mejor es que ya hemos empezado a practicarlo y yo no encuentro motivos para no seguir haciéndolo durante el resto de mi vida.
Y es que me haces feliz con todos tus detalles. Entre tus brazos me siento protegida y cuidada como en ningún otro lugar, con esa ternura que desprendes, tu atención minuciosa para que todo salga bien cuando estamos juntos… Todo eso lo noto y te lo agradezco infinitamente porque realmente me siento amada y eso es algo muy difícil de conseguir. Por mi parte, intento también aproximarme a esa perfección porque cualquier otra cosa que no fuera eso, la perfección más absoluta, no te la merecerías jamás, por buena que fuera.
Por último solo me gustaría hacerte una petición: que no cambies nunca nunca nunca, cosita bonita.
Primero podría decir que de ti me gusta todo. Supongo que tendrás algún defecto, pero yo aún no lo conozco y sé que, cuando los vaya descubriendo poco a poco, no oscurecerán ni un ápice mis sentimientos hacia ti. Al contrario, te harán mucho más humano, más cercano a lo que yo considero que soy. Así mismo, confío en que cuando tú desveles los míos, intentarás comprenderme y ayudarme a avanzar.
Será nuestra base el respeto mutuo y la comprensión. Confiaremos para siempre el uno en el otro, evitando por medio de la comunicación sincera cualquier incertidumbre que nos aceche. Suena bonito, y quizás alguno pensará que irreal también, pero lo mejor es que ya hemos empezado a practicarlo y yo no encuentro motivos para no seguir haciéndolo durante el resto de mi vida.
Y es que me haces feliz con todos tus detalles. Entre tus brazos me siento protegida y cuidada como en ningún otro lugar, con esa ternura que desprendes, tu atención minuciosa para que todo salga bien cuando estamos juntos… Todo eso lo noto y te lo agradezco infinitamente porque realmente me siento amada y eso es algo muy difícil de conseguir. Por mi parte, intento también aproximarme a esa perfección porque cualquier otra cosa que no fuera eso, la perfección más absoluta, no te la merecerías jamás, por buena que fuera.
Por último solo me gustaría hacerte una petición: que no cambies nunca nunca nunca, cosita bonita.
12/7/13
De críticas y criticones.
¡Ojalá recibiera muchas más críticas! Y sí sí, lo digo en serio. Las críticas son un potentísimo motor de cambio que te hacen reflexionar sobre tus actos, aprender tus (y de tus) errores y aspirar a mejorarlos.
Pero… No nos llevemos a engaño. No quiero críticas a cualquier precio: criticar por criticar sin tener conocimiento de lo que se dice no es de críticos, sino de criticones. Y ese tipo de críticas no me conduce a nada más que al enfado y la rabia. Se acusa a alguien de algo que no es, con los riesgos que ello conlleva como, por ejemplo, que se lo crea; especialmente si esa persona es vulnerable o no se conoce bien a sí misma en ese área.
Decían un par de psicólogos que crearon la llamada “ventana de Johari” que el yo de las personas se divide en cuatro partes: las cosas sobre mí mismo que los demás conocen y que yo conozco (por ejemplo que me llamo Paula), las cosas sobre mí mismo que yo conozco y que los demás no conocen (que soy asesina en serie, pero shhh!!!), las cosas sobre mí mismo que yo no conozco y que los demás sí conocen (¿alguna crítica recibida?) y cosas sobre mi mismo que ni yo ni los demás conocemos (igual algún día…).
Acepto amablemente críticas sobre aspectos negativos míos o de mis acciones que yo conozco (mi yo público); ante la evidencia es lo que hay, lo siguiente solo es mejorar.
Algo más de tiempo y de quebradero de cabeza me llevan aquellas críticas sobre aspectos que son conocidos por los demás pero no por mí (mis puntos ciegos), pero que aún así son parte de mí. Con un poquito de esfuerzo por mi parte y la correspondiente llamada de atención externa eso puede pasar a formar parte de mi yo público, lo cual me hace sentir que me conozco y me comprendo un poquito mejor que antes. Por eso este tipo de críticas también me parecen muy positivas, aunque al principio siempre escueza.
Sin embargo, lo que no tolero es que critiquen facetas que ni siquiera han llegado a atisbar (mi yo privado y mi yo desconocido). Ese tipo de crítica es el que no tiene ninguna fundamentación lógica y solo sirve para sembrar el caos y la confusión…
Por favor, comprueben antes de importunar con sus enjuiciamientos si lo que van a escupir cumple con un mínimo de veracidad. De no ser así la abstención es, de lejos, la mejor opción.
Y no dejen nunca de proseguir con las críticas realmente constructivas. Sin ese feedback o apoyo todos seríamos un completo yo ciego y eso… Eso es muy triste.
Por último, a los criticados, simplemente mastiquen antes de digerir: no se trata ni de tragar todo ni de no tragar nada. Y es que ya decía Aristóteles que la virtud está en el término medio.
Y, por supuesto, elemental es también el modo en el que se formula la cuestión… Si se dice con un mínimo de habilidades sociales hasta las críticas más infundadas y rocambolescas pueden ser bien recibidas (que no aceptadas) y rebatidas de manera serena. Pero el problema está en que ese no suele ser el caso y de ahí mi discurso de hoy.
Ahí lo dejo señores. Sean felices y coman perdices.
PD: Quería escribir de manera normal sin recurrir a psicólogos, psicología y palabros de este campo, pero… :/
Pero… No nos llevemos a engaño. No quiero críticas a cualquier precio: criticar por criticar sin tener conocimiento de lo que se dice no es de críticos, sino de criticones. Y ese tipo de críticas no me conduce a nada más que al enfado y la rabia. Se acusa a alguien de algo que no es, con los riesgos que ello conlleva como, por ejemplo, que se lo crea; especialmente si esa persona es vulnerable o no se conoce bien a sí misma en ese área.
Decían un par de psicólogos que crearon la llamada “ventana de Johari” que el yo de las personas se divide en cuatro partes: las cosas sobre mí mismo que los demás conocen y que yo conozco (por ejemplo que me llamo Paula), las cosas sobre mí mismo que yo conozco y que los demás no conocen (que soy asesina en serie, pero shhh!!!), las cosas sobre mí mismo que yo no conozco y que los demás sí conocen (¿alguna crítica recibida?) y cosas sobre mi mismo que ni yo ni los demás conocemos (igual algún día…).
Acepto amablemente críticas sobre aspectos negativos míos o de mis acciones que yo conozco (mi yo público); ante la evidencia es lo que hay, lo siguiente solo es mejorar.
Algo más de tiempo y de quebradero de cabeza me llevan aquellas críticas sobre aspectos que son conocidos por los demás pero no por mí (mis puntos ciegos), pero que aún así son parte de mí. Con un poquito de esfuerzo por mi parte y la correspondiente llamada de atención externa eso puede pasar a formar parte de mi yo público, lo cual me hace sentir que me conozco y me comprendo un poquito mejor que antes. Por eso este tipo de críticas también me parecen muy positivas, aunque al principio siempre escueza.
Sin embargo, lo que no tolero es que critiquen facetas que ni siquiera han llegado a atisbar (mi yo privado y mi yo desconocido). Ese tipo de crítica es el que no tiene ninguna fundamentación lógica y solo sirve para sembrar el caos y la confusión…
Por favor, comprueben antes de importunar con sus enjuiciamientos si lo que van a escupir cumple con un mínimo de veracidad. De no ser así la abstención es, de lejos, la mejor opción.
Y no dejen nunca de proseguir con las críticas realmente constructivas. Sin ese feedback o apoyo todos seríamos un completo yo ciego y eso… Eso es muy triste.
Por último, a los criticados, simplemente mastiquen antes de digerir: no se trata ni de tragar todo ni de no tragar nada. Y es que ya decía Aristóteles que la virtud está en el término medio.
Y, por supuesto, elemental es también el modo en el que se formula la cuestión… Si se dice con un mínimo de habilidades sociales hasta las críticas más infundadas y rocambolescas pueden ser bien recibidas (que no aceptadas) y rebatidas de manera serena. Pero el problema está en que ese no suele ser el caso y de ahí mi discurso de hoy.
Ahí lo dejo señores. Sean felices y coman perdices.
PD: Quería escribir de manera normal sin recurrir a psicólogos, psicología y palabros de este campo, pero… :/
25/6/13
Cotillas
“En la antigua Grecia, Sócrates fue famoso por la práctica de su conocimiento y el respeto a la dignidad humana. Un día un conocido se encontró con el gran filósofo y le dijo:
- ¿Sabes lo que escuché acerca de tu amigo?
- Espera un minuto, replicó Sócrates. Antes de decirme cualquier cosa quisiera que pasaras un pequeño examen. Es llamado el examen del TRIPLE FILTRO.
- ¿Triple filtro?, preguntó el conocido.
- Correcto, continuó Sócrates. Antes de que me hables sobre mi amigo, puede ser una buena idea tomar un momento y filtrar lo que vas a decir. Es por eso que lo llamo el examen del triple filtro. El primer filtro es la VERDAD. ¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto?
- No, dijo el hombre, realmente sólo escuché sobre eso y...
- Muy bien, dijo Sócrates. Entonces realmente no sabes si es cierto o no. Ahora permíteme aplicar el segundo filtro, la BONDAD. ¿Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo?
- No, por el contrario...
- Entonces, continuó Sócrates, tú deseas decirme algo malo sobre él, pero no estás seguro de que sea cierto. Sin embargo, aún puedes pasar el examen, porque queda un filtro: El filtro de la UTILIDAD. ¿Será útil para mí lo que vas a decirme de mi amigo?
- No, realmente no.
- Bien, concluyó Sócrates, si lo que deseas decirme no es cierto, ni es bueno e incluso no es útil, ¿por qué decírmelo?”
El usar este triple filtro en nuestra vida cotidiana, cada vez que oigamos comentarios sobre alguna persona, puede ayudarnos a cometer menos errores en nuestra convivencia y a ser justos y consecuentes con los demás.
- ¿Sabes lo que escuché acerca de tu amigo?
- Espera un minuto, replicó Sócrates. Antes de decirme cualquier cosa quisiera que pasaras un pequeño examen. Es llamado el examen del TRIPLE FILTRO.
- ¿Triple filtro?, preguntó el conocido.
- Correcto, continuó Sócrates. Antes de que me hables sobre mi amigo, puede ser una buena idea tomar un momento y filtrar lo que vas a decir. Es por eso que lo llamo el examen del triple filtro. El primer filtro es la VERDAD. ¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto?
- No, dijo el hombre, realmente sólo escuché sobre eso y...
- Muy bien, dijo Sócrates. Entonces realmente no sabes si es cierto o no. Ahora permíteme aplicar el segundo filtro, la BONDAD. ¿Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo?
- No, por el contrario...
- Entonces, continuó Sócrates, tú deseas decirme algo malo sobre él, pero no estás seguro de que sea cierto. Sin embargo, aún puedes pasar el examen, porque queda un filtro: El filtro de la UTILIDAD. ¿Será útil para mí lo que vas a decirme de mi amigo?
- No, realmente no.
- Bien, concluyó Sócrates, si lo que deseas decirme no es cierto, ni es bueno e incluso no es útil, ¿por qué decírmelo?”
El usar este triple filtro en nuestra vida cotidiana, cada vez que oigamos comentarios sobre alguna persona, puede ayudarnos a cometer menos errores en nuestra convivencia y a ser justos y consecuentes con los demás.
2/5/13
Pequeños detalles…
Pequeños detalles, como robarte una patata antes de que tú empieces a comer, que van demostrando una confianza muy íntima, la despreocupación por guardar la compostura y el atrevimiento a ser yo misma como en pocas ocasiones puedo ser.
Y es que hasta que no me lo dijiste ni había reparado en aquel detalle, que después me pareció de lo más curioso y satisfactorio, sobre todo porque no es la primera vez que me ocurre sentirme así de libre contigo.
Creo que esa es una de las muchas razones por las que me encanta estar junto a ti. Un momento de desconexión y completa paz a tu lado, sin preocuparse por los demás asuntos de nuestra vida que en comparación con tu sonrisa no son más que puras banalidades.
Y es que hasta que no me lo dijiste ni había reparado en aquel detalle, que después me pareció de lo más curioso y satisfactorio, sobre todo porque no es la primera vez que me ocurre sentirme así de libre contigo.
Creo que esa es una de las muchas razones por las que me encanta estar junto a ti. Un momento de desconexión y completa paz a tu lado, sin preocuparse por los demás asuntos de nuestra vida que en comparación con tu sonrisa no son más que puras banalidades.
25/4/13
Sucederás, lo sé.
“Sucederás como sucede todo lo que es arrojo del destino. Como sucede mi suerte, el cielo limpio o la flor celeste, sucederás porque lo grita mi corazón.
Sucederás porque yo soy la mitad de un camino que sólo tú haces puerto.
Sucederás porque está escrito en la fuerza de mis manos, que son ciegas anclas del mar que en tus abrazos solo buscan.
Sucederás porque no pueden mentirme las estrellas, tú brillas desde un lugar escondido que todavía no encuentro.
Pero brillas más que todas ellas…”
Sucederás porque yo soy la mitad de un camino que sólo tú haces puerto.
Sucederás porque está escrito en la fuerza de mis manos, que son ciegas anclas del mar que en tus abrazos solo buscan.
Sucederás porque no pueden mentirme las estrellas, tú brillas desde un lugar escondido que todavía no encuentro.
Pero brillas más que todas ellas…”
J.P.
Y efectivamente, sucedes… :)
15/4/13
1/4/13
18/3/13
Flores Rápidas Al Nene!!
Intentaba retrasar este momento de locura expresiva debido a que quizás me andes vigilando y no es mi intención ahora hablar contigo, sino conmigo misma en segunda persona.
Podría no exponer al público estas reflexiones, pero precisamente escribo para no dejarme nada dentro, así que lo confesaré de la manera más suave que pueda para dejar un halo de misterio a la vida real, al día a día.
Y es que lo que pasa es que me bebo las nubes, sonrío en el frío y recojo flores por el campo. Dime qué es eso sino algo grande, pequeñas locuras con el fin de disfrutar con tu felicidad. Esas ganas de querer demostrártelo todo a cambio de nada. O quizás sí a cambio de algo: de la felicidad que de esto rebota en mí y después de nuevo en ti y así sucesivamente… :)
Podría no exponer al público estas reflexiones, pero precisamente escribo para no dejarme nada dentro, así que lo confesaré de la manera más suave que pueda para dejar un halo de misterio a la vida real, al día a día.
Y es que lo que pasa es que me bebo las nubes, sonrío en el frío y recojo flores por el campo. Dime qué es eso sino algo grande, pequeñas locuras con el fin de disfrutar con tu felicidad. Esas ganas de querer demostrártelo todo a cambio de nada. O quizás sí a cambio de algo: de la felicidad que de esto rebota en mí y después de nuevo en ti y así sucesivamente… :)
7/3/13
Absurdo.
De verdad que hay veces que algunos comentarios e ideas de personas actuales parecen recién salidos del manual supremo de buenas costumbres victorianas. Escupo sobre ello.
Me parece tan hipócrita adoptar una actitud de ocultamiento en lo que al tema amoroso se refiere… ¿Soy de verdad la única a la que le ocurre esto? Desde luego lo tratan como si tal cosa, pero yo sé que ellos también son humanos y que aquello que critican en los demás son sus propios miedos y flaquezas.
Dan ganas de volverse contra el mundo y gritar: ¿QUÉ PASA? Solo soy una persona en proceso de aprendizaje y creo que voy por mejor camino en lo que a madurez y autonomía de pensamiento se refiere: experimento, tengo mis límites por supuesto y me preocupo de hacer lo correcto y lo que me hace feliz A MÍ, no a los demás. Lo siento, pero yo no veo nada de descabellado en este asunto, no, esta vez NO.
Me parece tan hipócrita adoptar una actitud de ocultamiento en lo que al tema amoroso se refiere… ¿Soy de verdad la única a la que le ocurre esto? Desde luego lo tratan como si tal cosa, pero yo sé que ellos también son humanos y que aquello que critican en los demás son sus propios miedos y flaquezas.
Dan ganas de volverse contra el mundo y gritar: ¿QUÉ PASA? Solo soy una persona en proceso de aprendizaje y creo que voy por mejor camino en lo que a madurez y autonomía de pensamiento se refiere: experimento, tengo mis límites por supuesto y me preocupo de hacer lo correcto y lo que me hace feliz A MÍ, no a los demás. Lo siento, pero yo no veo nada de descabellado en este asunto, no, esta vez NO.
24/2/13
Cosas bonitas
Es de noche en pleno invierno, las previsiones anuncian alerta por nieve en todo el país. Parece que la gente no se atreve a abandonar su morada, las calles a estas horas están vacías, sin vida… Solo un gato negro con ganas de enredar trepa por encima de mi coche mientras yo desde dentro le intento observar con curiosidad, sin intención de echarlo. Esta zona de Madrid más bien parece un pueblo.
En contraste con el exterior, por dentro unos cristales empañados a causa de nuestras respiraciones, sobre todo pienso yo que de la tuya, pues nunca había visto este fenómeno en mi coche, aunque tampoco nunca antes había tenido compañía en él.
Burlando la falta de espacio conseguiste hacer que fuera el lugar más cómodo del universo, el instante más bonito. Abrazados durante horas me doy cuenta de la suerte que hemos tenido, porque siento que eres tú aquello que estaba esperando desde hacía años, aquello que me merecía. Prometo cuidarte mucho, apoyarte y ayudarte siempre; noto en tus ojos que tú tampoco me fallarás, ya eres mi cómplice.
En contraste con el exterior, por dentro unos cristales empañados a causa de nuestras respiraciones, sobre todo pienso yo que de la tuya, pues nunca había visto este fenómeno en mi coche, aunque tampoco nunca antes había tenido compañía en él.
Burlando la falta de espacio conseguiste hacer que fuera el lugar más cómodo del universo, el instante más bonito. Abrazados durante horas me doy cuenta de la suerte que hemos tenido, porque siento que eres tú aquello que estaba esperando desde hacía años, aquello que me merecía. Prometo cuidarte mucho, apoyarte y ayudarte siempre; noto en tus ojos que tú tampoco me fallarás, ya eres mi cómplice.
3/2/13
Inhumano
Os traigo otra vergüenza más, ésta mucho peor que la del Campeonato Mundial de Kárate que ya puse hace poco:
Tubagus Sakti, de 17 años, murió hace unos días a causa de una hemorragia cerebral producida por los golpes que su contrincante le propinó con la premeditación y alevosía que podemos ver en el vídeo.
Se sabe que en el boxeo se corren ciertos riesgos y a veces ocurren accidentes que con mala suerte pueden llevar incluso a la muerte. Pero lo que no es un accidente es lo que vemos aquí: que Tabagus deja de pelear y levanta las manos pidiendo clemencia pero su rival responde golpeándole una y otra vez… ¿Para qué? No entiendo nada.
Me parece una mezcla de inconsciencia, irrespetuosidad, egocentrismo y extremada gilipollez humana, o más bien inhumana.
Tubagus Sakti, de 17 años, murió hace unos días a causa de una hemorragia cerebral producida por los golpes que su contrincante le propinó con la premeditación y alevosía que podemos ver en el vídeo.
Se sabe que en el boxeo se corren ciertos riesgos y a veces ocurren accidentes que con mala suerte pueden llevar incluso a la muerte. Pero lo que no es un accidente es lo que vemos aquí: que Tabagus deja de pelear y levanta las manos pidiendo clemencia pero su rival responde golpeándole una y otra vez… ¿Para qué? No entiendo nada.
Me parece una mezcla de inconsciencia, irrespetuosidad, egocentrismo y extremada gilipollez humana, o más bien inhumana.
30/1/13
Oportunidades.
No hay otra cosa más universal que la muerte, es la estadística que se cumple siempre y, en cambio, nos resistimos a plantarle cara. Nos asusta morir, por supuesto, pero también afrontar las pérdidas que la muerte deja tras de sí; esas son realmente con las que tenemos que lidiar, continuar la vida sin un trocito de nosotros mismos.
Siempre me ha parecido muy duro e incluso macabro el hecho de tener que chocarnos contra la estampa de un ataúd con la imagen congelada de aquella persona que formó parte de nuestras vidas. Supongo que no todo el mundo repara en ese detalle, pero personalmente nunca un simple trozo de madera me había parecido tan horriblemente feo y desagradable.
Sin embargo, esa frialdad del ritual tiene su lógica y es que es necesaria para asumir lo ocurrido. Nos hace bajar rápidamente de esa nube en la que estábamos, en la que todavía no nos queríamos enterar de nada, en la que seguíamos riendo como si todo transcurriera con total normalidad. Poco a poco comenzamos a entender progresivamente que se ha producido una ruptura en el guión que hasta el momento seguíamos, se empieza a consolidar la realidad y a aceptar la pérdida.
Tras esto lo que viene es dolor, tristeza, melancolía… Se llena la mente de recuerdos felices con esa persona y nunca nos parece suficiente el tiempo que pasamos a su lado, las cosas que hicimos. Teníamos más para dar, pero ya es demasiado tarde y eso genera frustración. A veces incluso nos sentimos un poco culpables por haber deseado que acabase ya el sufrimiento, lo cual, tras el paso del tiempo, he llegado a comprender que es algo legítimo y normal, que no se es una malísima persona por ello ni se quiere menos a la persona desaparecida, al contrario.
Pero el dolor se pasa, aunque la melancolía siempre nos invada cada vez que se piensa. El tiempo lo cura todo dicen, yo pienso que eso no es verdad. El tiempo no cura nada, lo que cura es la acción: verbalizar, reflexionar, tomar conciencia de nuestras emociones, encontrar el sentido de nuestra vida, sentirnos libres de elegir no enquistarnos en el duelo para seguir recordando… Esas son las cosas que nos hacen avanzar y crecer como personas, es lo que los psicólogos llamamos “resiliencia”.
Y todo esto queda perfectamente dicho, pero la verdad es que yo nunca he aprendido tanto como de la muerte de un ser querido, uno en especial. No es un mero consuelo, sino una experiencia más que te abre la oportunidad de conocerte un poco mejor, pues a veces es necesario algo de sufrimiento para entender lo que es la vida.
Quizás depende del momento y la situación, pero yo puedo decir, con la cabeza en alto, que esa vivencia me transformó completamente y para bien. Desde entonces me comenzó a interesar más eso de escuchar a las personas porque me di cuenta de que el tiempo se escapa (tempus fugit!) y el tiempo perdido nunca vuelve; a veces nos perdemos grandes cosas solo por no prestar nuestro oído a las personas, sean quienes sean, y siempre podríamos haber sacado más de ellas, como ya he comentado antes. Esto es algo que me da mucha rabia, por eso intento siempre prestar atención a lo que la gente transmite o intenta transmitir y sacar una pequeña lección de esos detalles que si se desperdician, ya difícilmente volverán. Es un carpe diem, aprovecha el momento.
Además, también me volví más reflexiva y fue entonces cuando cree este blog, que a día de hoy me sigue ayudando a clarificar mi mente respecto a muy diversos asuntos que me rondan.
En definitiva, puedo decir que fue duro, pero ahora mismo no cambiaría ni un ápice del pasado, gracias a él soy como soy ahora y creo que no está nada mal. Al final todo consiste en permitir el dolor y sacar partido de él para salir fortalecido.
Siempre me ha parecido muy duro e incluso macabro el hecho de tener que chocarnos contra la estampa de un ataúd con la imagen congelada de aquella persona que formó parte de nuestras vidas. Supongo que no todo el mundo repara en ese detalle, pero personalmente nunca un simple trozo de madera me había parecido tan horriblemente feo y desagradable.
Sin embargo, esa frialdad del ritual tiene su lógica y es que es necesaria para asumir lo ocurrido. Nos hace bajar rápidamente de esa nube en la que estábamos, en la que todavía no nos queríamos enterar de nada, en la que seguíamos riendo como si todo transcurriera con total normalidad. Poco a poco comenzamos a entender progresivamente que se ha producido una ruptura en el guión que hasta el momento seguíamos, se empieza a consolidar la realidad y a aceptar la pérdida.
Tras esto lo que viene es dolor, tristeza, melancolía… Se llena la mente de recuerdos felices con esa persona y nunca nos parece suficiente el tiempo que pasamos a su lado, las cosas que hicimos. Teníamos más para dar, pero ya es demasiado tarde y eso genera frustración. A veces incluso nos sentimos un poco culpables por haber deseado que acabase ya el sufrimiento, lo cual, tras el paso del tiempo, he llegado a comprender que es algo legítimo y normal, que no se es una malísima persona por ello ni se quiere menos a la persona desaparecida, al contrario.
Pero el dolor se pasa, aunque la melancolía siempre nos invada cada vez que se piensa. El tiempo lo cura todo dicen, yo pienso que eso no es verdad. El tiempo no cura nada, lo que cura es la acción: verbalizar, reflexionar, tomar conciencia de nuestras emociones, encontrar el sentido de nuestra vida, sentirnos libres de elegir no enquistarnos en el duelo para seguir recordando… Esas son las cosas que nos hacen avanzar y crecer como personas, es lo que los psicólogos llamamos “resiliencia”.
Y todo esto queda perfectamente dicho, pero la verdad es que yo nunca he aprendido tanto como de la muerte de un ser querido, uno en especial. No es un mero consuelo, sino una experiencia más que te abre la oportunidad de conocerte un poco mejor, pues a veces es necesario algo de sufrimiento para entender lo que es la vida.
Quizás depende del momento y la situación, pero yo puedo decir, con la cabeza en alto, que esa vivencia me transformó completamente y para bien. Desde entonces me comenzó a interesar más eso de escuchar a las personas porque me di cuenta de que el tiempo se escapa (tempus fugit!) y el tiempo perdido nunca vuelve; a veces nos perdemos grandes cosas solo por no prestar nuestro oído a las personas, sean quienes sean, y siempre podríamos haber sacado más de ellas, como ya he comentado antes. Esto es algo que me da mucha rabia, por eso intento siempre prestar atención a lo que la gente transmite o intenta transmitir y sacar una pequeña lección de esos detalles que si se desperdician, ya difícilmente volverán. Es un carpe diem, aprovecha el momento.
Además, también me volví más reflexiva y fue entonces cuando cree este blog, que a día de hoy me sigue ayudando a clarificar mi mente respecto a muy diversos asuntos que me rondan.
En definitiva, puedo decir que fue duro, pero ahora mismo no cambiaría ni un ápice del pasado, gracias a él soy como soy ahora y creo que no está nada mal. Al final todo consiste en permitir el dolor y sacar partido de él para salir fortalecido.
23/1/13
Causalidad
Hace tiempo que vivías en mis pensamientos y ahora lo haces también en mis labios, exactamente de la misma manera en la que lo había imaginado. Era verdad que coincidimos, que no fue casualidad, no, no lo pudo ser.
De repente siento ganas de abrazarte fuerte, sé que cuando lo hago soy correspondida con otro aún más fuerte. Intuyo en ti un halo de inocencia, de esperanza y ternura que me empujan a conocerte más y que poco a poco conozcas también mis pequeños secretos, o fascículos, como tú los llamas. Al final supiste cómo hacerlo para dejarme enganchada.
Me gusta esta sensación, creo que solo necesitamos permitir que todo fluya y dejarnos sorprender por la vida, seguro que nos tiene preparado algo bueno.
De repente siento ganas de abrazarte fuerte, sé que cuando lo hago soy correspondida con otro aún más fuerte. Intuyo en ti un halo de inocencia, de esperanza y ternura que me empujan a conocerte más y que poco a poco conozcas también mis pequeños secretos, o fascículos, como tú los llamas. Al final supiste cómo hacerlo para dejarme enganchada.
Me gusta esta sensación, creo que solo necesitamos permitir que todo fluya y dejarnos sorprender por la vida, seguro que nos tiene preparado algo bueno.
16/1/13
Punto.
Es curioso fenómeno aquel de que todos ellos siempre vuelvan al punto de partida. Pareciera que han olvidado algo, que no resistieran la idea de que han perdido algo valioso para su cuerpo o su mente, pero valioso al fin y al cabo.
Son ellos también dignos de aprecio y quieren que éste les sea reconocido al menos una última vez para reafirmar su confianza. Les gusta de nuevo sentir que tienen el control y pueden volver a conquistar sus metas, creo que forma parte de su naturaleza, biológica y cultural.
Pero a veces no es posible que esto ocurra, más bien no es conveniente subirse en una montaña rusa de encuentros y desencuentros. Llega un momento que se hace necesario borrar dos puntos a los tres puntos suspensivos que ellos se empeñan en dejar, aunque duela.
Son ellos también dignos de aprecio y quieren que éste les sea reconocido al menos una última vez para reafirmar su confianza. Les gusta de nuevo sentir que tienen el control y pueden volver a conquistar sus metas, creo que forma parte de su naturaleza, biológica y cultural.
Pero a veces no es posible que esto ocurra, más bien no es conveniente subirse en una montaña rusa de encuentros y desencuentros. Llega un momento que se hace necesario borrar dos puntos a los tres puntos suspensivos que ellos se empeñan en dejar, aunque duela.
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