Él es mi niño, mi amor, mi cosita, mi todo. En sus brazos trazamos estrechos lazos; su boca siempre me provoca y la mía la suya toca; en mi mente, simplemente, él es algo permanente.
Es tan fuerte lo que siento que no me entenderéis: mi vida ya ha merecido la pena por estar junto a él, tan feliz a su lado. Pero no conforme con eso, cada instante me demuestra que no puede haber nada ni nadie mejor, que la complicidad que tenemos solo puede significar que estamos hechos el uno para el otro.
Tenemos un compromiso y junto a él significa felicidad. Creo que se debe a que es un compromiso sincero y natural que surge del amor y no se reduce solo a la fidelidad. Es un compromiso integral con todos nuestros valores y el Valor de todo esto es incalculable.
No puedo decir mucho más sobre él, todo lo que pueda decir yo, por bueno que sea, no hará más que menospreciarle, porque es el mejor chico del planeta entero y no tengo “te quieros” suficientes para demostrarle lo importante que es para mí.
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