23/1/13

Causalidad

Hace tiempo que vivías en mis pensamientos y ahora lo haces también en mis labios, exactamente de la misma manera en la que lo había imaginado. Era verdad que coincidimos, que no fue casualidad, no, no lo pudo ser.

De repente siento ganas de abrazarte fuerte, sé que cuando lo hago soy correspondida con otro aún más fuerte. Intuyo en ti un halo de inocencia, de esperanza y ternura que me empujan a conocerte más y que poco a poco conozcas también mis pequeños secretos, o fascículos, como tú los llamas. Al final supiste cómo hacerlo para dejarme enganchada.

Me gusta esta sensación, creo que solo necesitamos permitir que todo fluya y dejarnos sorprender por la vida, seguro que nos tiene preparado algo bueno.

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