21/9/09

El pececillo valiente

Nació en las profundidades del mar,
era un pez como otro cualquiera,
con sus vecinos de pequeño solía jugar
emergiéndose y sumergiéndose sin parar.

No había más preocupación,
sólo necesitaban un flotador
y tenía lugar la diversión
en aquel apartado rincón
en el que apenas gozaban de los rayos del sol.

Pasaban los días y nada nuevo ocurría allí,
de la rutina el joven pececillo quería huir,
pues había dejado de ser feliz
y nuevo mundo anhelaba descubrir.

Se alejó de la multitud,
observó detenidamente el mar azul
y creyó encontrar la manera de alcanzar la luz
que le despojase de su pesada cruz.

Pasó del qué dirá la gente,
se las dio de valiente
y comenzó a nadar contra corriente
con un pensamiento en la mente:
él quería ser diferente.

Solitario y preso de la confusión
algunas vicisitudes pasó,
malos tragos en muchas ocasiones se llevó
y con la sal en la garganta su camino continuó.

Estaba nadando en medio de la nada,
mientras las olas golpeaban con fuerza
y retumbaban duramente en su cabeza.

Decidió evadirse de la realidad,
pensar que su sueño era capaz de lograr
y que nada malo tendría ya lugar
si demostraba que sabía esperar.

Encontró algunos acompañantes en su viaje
que de sus secretos se hicieron confidentes
para animarle a seguir hacia delante
y desaparecer para siempre seguidamente.

Pero un día sintió como de repente agonizaba,
sabía que se ahogaba y que todo se acababa,
dejó de luchar y navegó a la deriva
hasta que su maltrecho corazón dejó de latir ya
y se convirtió en un manojo de crueles espinas.

Murió tranquilo,
conforme a sus ideales había vivido,
pues de lo contrario se hubiera arrepentido,
de no haber luchado por lo querido.

4 comentarios:

Niet dijo...

Nemo my name for evermore.
Si tu huyes a nado, yo te acompaño!

Paula dijo...

Quién te ha dicho que ese pececillo tan tontorrón sea yo? ò.Ó xDD.

Niet dijo...

No sé, yo almenos no lo he dicho.
Sólo he dicho que si TÚ saltas, yo salto. =)

Paula dijo...

=)