Amigos, he caído presa de esa gran mentira que se llama “pasar apuntes al ordenador” o “descansar 5 minutillos, nada más”. Ha vuelto ya el mes de mayo y con él las ganas de disfrutar, de sonreír olvidando el estrés, la presión y la rutina del resto del curso, aunque todavía quede ese fantasmilla de la Selectividad que a veces me da por olvidar xD.
El caso es que tengo una profesora que, además de enseñarnos economía, nos da de vez en cuando su opinión sobre temas de la vida como pueden ser: el menosprecio del esfuerzo en la sociedad actual en favor de la vida cómoda, facilona y vacía, la importancia de estar bien formados en tiempos de crisis y el estudio como algo gratificante en vez de tedioso y horrible, los factores que influyen en nuestra motivación, la (penosa) situación de la educación, las características de nuestra generación (osea, los niños mimados que lo hemos tenido todo xD), todos los estudios psicológicos del momento, las entrevistas del CNN , la honradez y los valores de Rafa Nadal y un larguísimo etc. Temas que inevitablemente me dejan pensando y llegando siempre a la conclusión de que coincido con todas sus palabras e ideas, en todas menos en una: la de que en esta sociedad se le da mucha más importancia al sexo de la que realmente tiene.
En un primer momento a todos nos puede parecer que es cierto. Vemos referencias a él continuamente. Estás esperando el autobús y te es imposible disimular tu mirada lujuriosa hacia el anuncio de ropa interior que hay en la marquesina; si eres de sexo masculino y te encuentras entre amigos alardeas de todo el vocabulario sexual que conoces y dejas bien claro que serías capaz de pegarle 4 pollazos bien dados a esa putilla barata y quedar como el más macho del lugar (o quién sabe si de la historia del universo), en cambio, si eres una fémina comentas con precaución lo bueno que está el tío y si tienes mucha confianza puede dar pie a una charla “tabuizada” sobre experiencias en ese terreno. En mi opinión, en ninguno de los dos casos se le está dando ninguna importancia al sexo, sino todo lo contrario: se vuelve algo sucio y muy muy poco valorado. ¿O acaso se nos ocurre vender por cuatro perras gordas algo que consideramos verdaderamente importante? Seguro que a muchos les costaría vender un lingote de oro a tan bajo precio... ¿Acaso puede resultar atractivo y gratificante para una mente sana algo de lo que solo se muestra su lado más atroz?
Y no me malinterpretéis. Con lo anterior no quiero decir que todos los hombres ni todas las mujeres tengan que ajustarse al comportamiento que he puesto de ejemplo, porque simplemente es eso, un ejemplo entre miles y miles que se podrían coger y en los que se podrían invertir los papeles y ver a hombres hablando con prejuicios y tabúes sobre sexo y mujeres con una jerga y unas actitudes políticamente incorrectas. Aunque me da la impresión de que esto suele ser menos común.
Pienso que el sexo está desvalorizado, reprimido, egolatrizado, satirizado, falsificado, plastificado, castigado, desidealizado y un montón de adjetivos descalificativos más de cuyo nombre no quiero acordarme y que producen en mí un tremendo rechazo. Pero afortunadamente nunca es tarde para alejarse del ruido y desnudarlo de todas las ataduras que le han impuesto los medios de incomunicación, el egoísmo y los (hipócritas) manuales de buen gusto que se empeñan en negar su verdadera naturaleza humana y lo convierten en una triste bazofia como la que vemos hoy en día.
4 comentarios:
Puesno lo sé, quizá ambas tengaís razón, y lo que falle sea considerarlo algo más natural. Pero la vanidad y el egoísmo también se mezclan en esas cosas, supongo. Bueno, no lo sé, intentaré pensar en ello...bueno, mejor practicarlo ;).
Un saludo!!
Últimamente estás consiguiendo que esté de acuerdo contigo... quizás me estoy ablandando pero llevas toda la razón en esta entrada.
¡Por un sexo más valorado! (?)
Con mi corta edad lo mío es auténtico atrevimiento al querer hablar de épocas en las que no he vivido. Pero a mi ésto me suena al clásico "libertinaje" que genera una anterior represión.
No sé si se trata de una desvalorización o de todo lo contrario, pero desde luego, parece que fuera método y fin, razón y causa de prácticamente todo. Sin embargo, este "libertinaje", esta libertad de hablar alegremente del tema sin que nadie te mire mal, no es tal. No lo es porque no se habla del tema con naturalidad. Aún pareciera algo pecaminoso, que tanto unos con sus tabúes quisieran ocultarlo, como los otros con su lenguaje soez presumen de pecadores.
Y como siempre, cada vez que socialmente se mueve algo, hay quienes buscan el negocio. Y eso es, entre otras cosas, hoy en día el sexo, un producto. Un producto que, en la mayoría de los casos, alimenta esa visión pecaminosa, esa visión de ser algo deseable porque es algo malo.
Besos!
PD: ya acabaste el curso? con notaza fijo, no? ;P
Bueno la verdad es que no soy una persona muy adecuada para hablar sobre el tema por mi escasa experiencia pero daré mi opinión al respecto.
El sexo siempre ha sido un tema de vital importancia, pero a pesar de ello debido a nuestra manera de ser y como lo ve la sociedad cuesta bastante hablar de este tema. Entre otros motivos por lo que se pueda pensar de uno mismo delante de los demás.
En teoría, el sexo debería de ser algo valorado y que se vea como algo bueno. Pero la sociedad avanza poco a poco y sería muy complicado que por ejemplo este tema se tratara con naturalidad. Ya que debido a las circunstancias no todos tenemos las mismas facilidades para hablar sobre un tema y menos uno tan íntimo como éste.
¿Por lo tanto como deberíamos de ver al sexo?
¿Debería de ser tratado con naturalidad o sin embargo con recelo?
La inocencia cada vez se está perdiendo cuanto antes, y es porque este tema lo tratamos como algo peligroso. Que lo es, pero eso es otra historia.
Indepentientemende de como vendamos el sexo va a traer sus consecuencias negativas. Lo que está prohibido siempre atrae a todo el mundo. Y si se diera con total naturalidad, al fin y al cabo traería otros muchos problemas.
Que cada cual viva su vida sexual como pueda, ya que no en vano si nunca perdemos nuestro razocinio. Seremos capaz de elegir en cada momento lo que queremos hacer y con quien. Por suspuesto invirtiendo todos esos sentimientos y esperanzas que esa persona desprende ante su pareja.
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