30/5/10

Contra mis principios

El estrés, la sucia rutina, el desánimo y el cansancio son ya grandes conocidos, algo pegajosos, por cierto. Me persiguen, intento ignorarlos pero siempre acaban saliéndose con la suya. Yo creo que tienen ansia de popularidad.

Van carcomiendo todo lo que encuentran a su paso, últimamente les gusta especialmente destruir relaciones personales y yo les apoyo, les animo a que continúen su magnífica labor y les aplaudo con fervor. Es realmente gratificante decir a las pocas personas que te quedan que te importan una mierda los ánimos que te puedan vender, que prefieres estar a solas con tus parásitos. O al menos eso es lo que parece...

Espero que no pase otra vez, pero me da la sensación de que este es el principio que todavía no ha conocido final distinto.

Volveré, supongo.

4 comentarios:

erMoya dijo...

Jum, no se muy bien que decirte. Y con las premisas que pones, lo mismo me dices que te importa una mierda lo que pueda decir.

Me da que no es la misma situación, pero mi estrés y mi rutina también han interferido últimamente en mis relaciones personales. Supongo que es en cierto modo normal que los demás no sepan entender tu rutina y tu estrés, y eso poco a poco acaba mermando las cosas.

Los 'ánimos' también son malos compañeros. Con frecuencia -no siempre, depende del grado de confianza- son sinónimo de lavarse las manos, de "mira que bien que me intereso por tí" pero ahí se quedan sin hacer nada más. A veces, creo yo, nos bastaría con que alguien se sentara a nuestro lado a contemplar esos parásitos, sin decir nada.

Pero ¿sabes qué? Que si tienes alguien a quien de verdad le importas pasará esta criba que les estás imponiendo a todos, y resaltará sobre los demás. Podrás mandarlo a la mierda, podrás incluso pensar que su amistad se perdió para siempre. Pero si de verdad le importas, volverá cuando menos te lo esperes.

En fin, quieres ánimos? o me los ahorro? :P
Lo que si te puedo ofrecer, si quieres gritar, sabes dónde encontrarme ;)

Besos!

Thybak dijo...

Blef, qué pesimista eres, luego me dices a mí.

¡Ya falta poco para salir del infierno!

Lo que tienes no son parásitos, son invitados de un largo y denso camino que te abandonarán tras los primeros días de julio. Força empollona!

PD: Toma parrafada.

Paula dijo...

Lo mío es a lo que tradicionalmente se le llama predicar con el ejemplo jajaja.

Explorador dijo...

Aunque no te importe mucho ;) me arriesgo. Creo que todos pasamos por esos momentos, pero pasan, así que pierden, les vencemos. Y seguro que lo lograrás pronto.

Un saludo ;)