A día de hoy sigo sin sentir nada parecido por ningún cantante o deportista, pero, cada vez más, siento esa sensación de admiración por Él. Sí, el amor produce la idealización de las personas y podría ser fruto de ello, pero estoy segura de que no es esa la razón. Es simplemente que es algo digno de admirar.
Me refiero en este caso a su fuerza de voluntad. No importa cuáles sean las condiciones, Él siempre mantiene su disciplina de manera inquebrantable, intentando dar lo mejor de sí mismo como si le fuera la vida en ello. Y gracias a ello obtiene los frutos que día a día siembra: se ha hecho a sí mismo una persona fuerte, culta e inteligente que sabe mantener el equilibrio perfecto entre la responsabilidad y las ganas de disfrutar y vivir la vida.
Para mí eso merece todo mi fanatismo y lo que más me gustaría es, algún día, poder llegar a ser como Él.
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