7/10/10

Lo familiar

Seguía siendo joven, pero el tiempo había vuelto a volar. Esta vez le había brindado la anhelada oportunidad de explorar nuevos caminos llenos de intensas sensaciones; unas agradables, otras desagradables.

Decidió aprovechar el momento y pasar directamente a la acción después de largo tiempo de preparación. Lo que antes era desconocido se convirtió sin darse cuenta en algo familiar, pero no por ello en conocido. A base de tropezar con la misma piedra se había dado cuenta de que para conocer realmente lo familiar es necesario esfuerzo y voluntad y éstos no siempre son recompensados. Debía poner toda su buena intención de forma totalmente gratuita y simplemente esperar a ver si obtenía o no resultados favorables. Era algo injusto que requería fuerza, insistencia y paciencia.

Sin embargo, parecía que últimamente la suerte le estaba permitiendo lograr avances determinantes. Si echaba la vista atrás podía ver la transformación de sus temores iniciales: había reunido el coraje suficiente para mirarlos directamente a los ojos y buscar la forma de independizarse de ellos. Ahora ya se encontraba en una etapa diferente, cada vez un poco más dulce, aunque el esfuerzo era siempre imprescindible en todos los tramos del camino por muy sencillos que pudieran parecer.

Y para comprobar que todo esto no fue soñado solo necesitaba una evidencia empírica basada en la experiencia de los sentidos. Consistía en estrecharse entre sus brazos, sentir su calor y olvidar por un momento la pesada soledad.



PD: El texto es bastante ambiguo, lo sé.

2 comentarios:

Bruno dijo...

Esa es mi romantica!!!

Niet dijo...

Duro.